miércoles, 9 de octubre de 2013

Kibalión. Tercera Ley Universal o, Tercer Principio de Hermes de Trismegisto.



Hermes de Trismegisto


(Sabio de la antigüedad)









Tercera Ley Universal.


Vibración. Nada es inmóvil. Todo se mueve, todo vibra.

Todo, cuando la visión humana es capaz de ver y no ver, está en movimiento y vibración. Incluso la piedra más solida, está en movimiento y vibración (los átomos). El ser humano, es un Micro Cosmos, dentro de un Macro Cosmos. La Ley Universal de la vibración se da en todo. Pero en este apartado, nos quedaremos en el Micro Cosmos (El Ser Humano).
El ser humano dotado de: Alma, Espíritu y Cuerpo Físico. Es un ser que siente, piensa, razona y actúa.
Antes de entrar en juego el pensamiento y el razonamiento en el ser humano, entra en juego, la sensibilidad de sentir, (es un ser sintiente). El bebe siente, frío, hambre, calor, afecto, rechazo, actúa sobre ello, sonríe, o llora.
Deberá pasar cierto tiempo (crecimiento), para que, piense, razone y reflexione. En primera instancia el ser humano siente (es un ser sintiente), en segunda instancia (piensa, razona y reflexiona).

El alma humana, contiene al espíritu humano, y ambos son contenidos en el cuerpo físico.
La naturaleza humana está en movimiento siempre, pero las tres manifestaciones existenciales, de la vida humana, son de naturalezas diferentes y contrarias. El cuerpo físico es naturaleza efímera, (muerte, la disolución de la materia). El alma, continente del espíritu, es de naturaleza atemporal, (sin principio ni fin), el espiritu también de naturaleza atemporal. El alma, como continente del espíritu, posee la cualidad negativa, y el espiritu la cualidad positiva. El cuerpo físico, neutro, será dirigido de mayor a menos grado por, la negatividad del alma, o la positividad del espiritu. Recordad la semilla como símil. La semilla (como el cascaron, el alma) es el  continente, del  potencial del espíritu de la flor, a desarrollarse. La flor, el lirio, la alquimia de la vida, en las tres manifestaciones de la vida.
Toda vibración genera una frecuencia. La vida del ser humano, su comportamiento, su actitud, pensamiento, y sentimientos,  obedecen a una frecuencia vibratoria. Esta frecuencia marcará las diferentes experiencias de vida. Es, a través de las experiencias de vida, donde el ser humano se forma. En esta formación el desarrollo del espiritu va evolucionando dentro del alma. A mas evolución del espiritu, menos negatividad, más armonía y paz en la vida del ser humano.
El ser humano es un ser pensante, que razona y reflexiona. Es bueno tener en cuenta la vibración. Cuando una persona se halla en estado negativo, por cualquier experiencia dolorosa, la propia frecuencia y vibración lo sujetará más, a la negatividad de la misma, sumando más dolor y angustia. Sabed, que la vibración es cambiable. Dentro de todo individuo se halla, el positivo y el negativo, el alma, y el espiritu. Para salir de la vibración negativa, el foco del pensamiento debe colocarse en lo positivo. (En la ley de la polaridad se verá más detallado).
La voluntad humana, puede dirigirse hacia lo denso, (negatividad), o menos denso (positividad).
La voluntad humana, es un motor que activa o no, el desarrollo del espiritu (evolución). El símil de la voluntad humana, en el caso de la flor, sería la tierra. Sin la tierra, la semilla jamás germinará en la flor. El espiritu de la flor, puede permanecer eternamente, dentro de la semilla, ya que ambas naturalezas son atemporales. Sin la voluntad humana, el espiritu humano, puede permanecer involucionado. De ahí que, en nuestras sociedades, la evolución humana no sea algo lineal, y sí, de libre albedrío (tener en cuenta las reencarnaciones). Nuestra tierra, nuestro universo, alberga individuos en grados de evolución, unos más evolucionados y otros menos. Según han ido interactuando con la voluntad a lo largo de su existencia.

El ser humano es, la acción y resolución de su espiritu, y éste, está en función de su evolución, dependiendo de ésta, vibra de una manera u de otra. En escala de grados podemos decir, que la vibración más densa y negativa es el odio, y la vibración más alta el amor. Entre el odio y el amor, toda una gama de emociones y sentimientos humanos.
Es frecuente que, el ser humano a través de las experiencias de vida, cabalgue, entre el amor y el odio. Lo importante de ambas vibraciones es la frecuencia que generan. Estar siempre en una frecuencia negativa no conduce a la paz interior, ni a la resolución en armonía, para con la sociedad, (la agresividad y violencia son un hecho). Estar siempre en la vibración del amor, es haber llegado al desarrollo completo del espíritu, marcando una frecuencia inalterable con el amor, en todas sus dimensiones y facetas. No ha lugar a regresar al ciclo de reencarnaciones.

Es bueno saber que, la voluntad (motor) puede dirigirnos a una frecuencia vibracional u otra.








Una pequeña parte del discurso de Hermes a Asclepio.

-¿No es verdad Asclepio, que todo lo que se mueve se mueve en algo y es movido por algo?

-Ciertamente.

-Y, ¿no es necesario que aquello en lo que se mueve el móvil sea más grande, (que él)?

- Es necesario.

-El motor, a lo que parece, no es más poderoso que el móvil?

-Más fuerte, en efecto.

-Y aquello en lo que el móvil se mueve, ¿no es necesariamente de naturaleza opuesta al móvil?

-Sí, sin duda.








































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