La reencarnación consiste en que, la esencia individual de los seres, (alma, espíritu, mente, energía), adopta un cuerpo material (vehículo) a través de las diferentes vidas. Nacer y renacer.
Desde la antigüedad, diversas culturas han creído en la reencarnación. Todas las religiones llamadas dhármicas, con origen en el hinduismo afirman que, la reencarnación existe en un ciclo sin fin: La Rueda del Karma. Para salir de la Rueda del Karma y cesar en la reencarnación, el individuo debe conseguir el Dharma, la virud o, virtudes, (las buenas acciones).
En la primera fase del cristianismo se creía en la reencarnación. El Emperador Justiniano, abolió la doctrina de la reencarnación que, no fue firmada por el Papa y sí, por los obispos, del concilio que convocó Justiniano. Esta abolición fue necesaria, para sujetar, el poder de la iglesia cristiana, en el concepto de la Resurección: El infierno y el Cielo, según el comportamiento en esta única vida.
Pero veamos la reencarnación a un nivel menos religioso y /o, filosófico, y algo mas científico.
La materia humana (el cuerpo), sin el anima o, alma, es un cuerpo fallecido expuesto a la descomposición.
El cuerpo humano está hecho de energía, (como todos los cuerpos), el movimiento de los átomos puede pasar desapercibido a la visión humana, pero siempre están en constante movimiento.
En cuanto al ser humano, los átomos obedecen en su mínima expresión a : Carbono, oxigeno, hidrógeno, y nitrógeno. El mundo vegetal, sólo obedece a: Carbono, oxigeno e hidrógeno. el Mundo mineral, posee gran variedad.
Pero, cuando se habla de la reencarnación, se asume a la especie animal, (el ser humano), en ese ciclo de nacer-morir-renacer. La conciencia humana, va desarrollándose en consciencia, a través, del ciclo de la reencarnación. La energía, ni se crea ni se destruye, sólo se trasforma. Y en las sucesivas transformaciones, vida tras vida que, el ser humano va adoptando, se desarrolla la consciencia humana. "El ser consciente de la vida".
Es tal, la energía que constituye el cuerpo humano que, en casos de parada cardío-respitartoria, se somete al paciente, a descargas continuadas de corriente eléctrica, para evitar la muerte del individuo, y conseguir con ello que, el corazón recobre el ritmo normal.
La realidad es que, el cuerpo humano, (la materia humana), está constituida por energía. Cuando sobreviene la muerte, los átomos pasarán a la disolución. ¿Pero, qué sucede con el alma y /o el espíritu?. La esencia que, hace únicos e irrepetibles a los individuos.
A diferencia de la materia humana (cuerpo humano), que es, de composición idéntica en todos los individuos, el alma y el espíritu es, esencialmente único para cada ser.
Nada se crea, ni nada se destruye, sólo se trasforma. El alma será la que habitara un nuevo cuerpo, (una nueva materia, como vehículo), para seguir en la evolución del ser.
Cuando este ser, esté evolucionado del todo, con la consciencia completa (ser consciente de si mismo, el entorno, y la VIDA), abandonará el ciclo de reencarnaciones, para habitar en otros planos de existencia superior.
Hay un paralelismo en esto: el embrión humano habita un mundo, (su mundo), en el útero materno, dentro de la placenta se va creando y formando (transformando), hasta adquirir la formación suficiente que, le permita vivir en el mundo exterior. Ha pasado de una vida intrauterina, a una extrauterina.
El ciclo de reencarnaciones puede verse, como la macro placenta (el universo), y el ser humano formándose en él. Nuestro Universo, es sólo, uno de los tantos existentes en la gran complejidad del TODO.
En la terapéutica, se ha reconducido a mucha gente a vidas pasadas, cuyo trauma, no asumido por la consciencia es, llevado en la vida actual, (un nuevo renacimiento para seguir creando y transformando conciencia en consciencia).A través de la regresión, se ha conseguido, en muchos pacientes que, el trauma, sea asumido por la consciencia. Aunque la mayoría de traumas y bloqueos, no suelen obedecer a vidas pasadas, sino a esta.


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